Tuesday, March 24, 2009

Taiwan ante la nueva realidad política de El Salvador

Carlos Mauricio Funes Cartagena, candidato presidencial del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), ganó las reciente elecciones presidenciales de El Salvador obteniendo el 51,6% de los votos; derrotando a Rodrigo Avila, candidato de la gobernante Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).
En su discurso de victoria, Funes Cartagena prometió construir un gobierno incluyente, con miras a la reconciliación de la sociedad y a "crear" un futuro de progreso para todos.
"Esta es la noche más feliz de mi vida, y quiero que también sea la noche de la más grande esperanza para El Salvador", dijo Funes en la noche de los comicios, al proclamarse triunfador ante una multitud, acompañado de Salvador Sánchez Cerén, vicepresidente electo, otros dirigentes del FMLN y su esposa, la brasileña Vanda Pignato.
Funes Cartagena, un periodista de televisión de 49 años y ex corresponsal de la cadena estadunidense de noticias CNN, aseguró que construirá un gobierno en el que reinará el "espíritu de unidad nacional", haciendo de lado la confrontación y el revanchismo. "Es la hora de avanzar hacia el futuro. Esta patria nos pertenece a todos los salvadoreños", agregó.
Poco después, el presidente Antonio Saca y el derrotado candidato Rodrigo Avila llamaron a Funes para felicitarlo.
Unos 4,2 millones de personas fueron convocadas a las urnas, pero sufragaron algo más de 2,4 millones, casi 61 por ciento del electorado. El Salvador, de unos 5,7 millones de habitantes y 20.000 kilómetros cuadrados, puso fin en 1992 a una guerra civil que estalló en 1980 entre la Fuerza Armada y la guerrilla del entonces grupo subversivo FMLN. Ese conflicto dejó unas 75 mil personas muertas, 6 mil desaparecidas y unas 40 mil lisiadas. Tras su legalización como partido político en 1993, el FMLN perdió tres elecciones presidenciales entre 1994 y 2004.
Funes Cartagena asume al mando de un país que actualmente vive una grave ola de violencia que se manifiesta en una tasa de 61 asesinatos por cada 100 mil habitantes, una de las más altas de América Latina y del mundo.
Para 2006, las estadísticas oficiales indicaban una tasa de desempleo del 6,6 por ciento. Pero 43 de cada 100 personas de la población económicamente activa sobreviven subempleadas o con actividades como ventas ambulantes y trabajos temporales.
Funes Cartagena triunfó porque, además de ser un buen candidato, su mensaje penetró en la población. Además de los 20 años en el poder que debilitó la capacidad de gobernar de ARENA; la presente situación de descalabro económico y financiero mundial favorece a cualquier candidato de oposición.
Después de 20 años de gobierno por parte de ARENA, el resultado era de esperarse. El principal reto de Funes es forjar un "país más justo", combatiendo la pobreza y restaurando el "Estado de Derecho", dijo cierto comentarista político. En realidad, nunca desvaneció el “Estado de Derecho” en El Salvador durante estos últimos 20 años. Lo que si es real, el “Pulgarcito de América”, como dijo una celebre escritora latinoamericana, siempre fue un pueblo sufrido, donde la mayoría de la población ha sido pobre. Se han producido mejoras sociales, no existen dudas al respecto, pero la situación financiera del país nunca ha permitido un ritmo más rápido de avance social, especialmente entre los más necesitados.
Ahora que Funes Cartagena ha logrado llevar por primera vez al poder al ahora partido político FMLN en una jornada histórica, toca ver cuánto podrá hacer para que se produzca un mejoramiento socioeconómico de la población en general, piedra angular del postulado de justicia social que siempre ha defendido el FMLN.
En el campo diplomático, el próximo gobernante salvadoreño, tras confirmar que reestablecerá relaciones con el gobierno cubano, reveló que también China continental está en su agenda.
En la actualidad, El Salvador es uno de los 23 países que mantienen relaciones diplomáticas con el Gobierno de la República de China (Taiwán), y reconoce internacionalmente a Taipei en lugar de Pekín.
Pero Funes aclaró que este tema lo conversará con el embajador de Taiwán acreditado en el país, Carlos S. C. Liao; y también con representantes de la China continental en Centroamérica.
Ante la victoria del FMLN, el gobierno en Taiwán manifestó el interés de mantener relaciones con El Salvador y continuar suministrando ayuda técnica y financiera como siempre lo ha estado haciendo durante cerca de 50 años.
De hecho, el presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, señaló que participará en la toma de posesión presidencial del nuevo jefe de Estado. "Sí les adelanto que mi interés es estrechar las relaciones comerciales con China", afirmó el presidente electo.
Para Funes Cartagena, el mercado chino podría aparentar muy atractivo para las exportaciones salvadoreñas debido a sus 1.300 millones de consumidores potenciales. Sin embargo, no debe olvidar que ahora, China continental se encuentra entre las grandes potencias del mundo y participa en las grandes decisiones sobre el futuro de la humanidad. Está sentada en participación igualitaria con los tradicionales “grandes” del poder mundial. A pesar de ser políticamente una potencia socialista, China continental ahora piensa y razona como potencia capitalista. Así, los intereses de los “grandes”, que también ahora son sus intereses, siempre han de prevalecer sobre aquéllos de los “pequeños”.
Por el contrario, Taiwan, la otra China que muchos desean olvidar, sigue siendo uno de los “pequeños”; al igual que El Salvador. Podría ser un “gigante” entre los “pequeños”, económicamente hablando; pero Taiwan sigue identificado con los “pequeños” y siempre estará de su lado. Por eso, mientras la República Popular China juega al son del Realpolitik de las superpotencias, la República de China (Taiwán) se esfuerza por seguir ayudando, de acuerdo al alcance de sus recursos, al progreso y avance social de los pueblos tercermundistas.